entretenerme con sus lunas, beso a beso,
dejando atrás un hilo de saliba
que me marcará el camino de regreso.
Subir por la hermosura de tu cuello
acariciando la suavidad de tu pelo
tocar tu espalda con la yema de mis dedos
para que la sensación te lleve al cielo.
Descender sobre los trigales de tu vientre
para escoger en él sus amapolas.
Dejar mi esencia libre de cariño
donde rompen en tu cuerpo las olas.
Navegar entre la corriente de los mares
que tienen la orilla en tu venus misterioso
donde dejaré anclada mi barca
para acariciar su monte sedoso.
Y cuando se derrita el hielo muy adentro
quiero escuchar tu eco entrecortado
que llegan con el tañer de las campanas
que nos hacen sentir cada día más enamorados.
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